La nación de
José Artigas, un patriota Uruguayo que luchó por la libertad de su país para
sacar el Imperio español, en la década de los 70 y 80 del siglo XX estuvo
muchos años bajo la bota militar. Alí no podía dejar a un lado el canto
solidario con este pueblo, que también es conocido como la Nación Oriental;
para él, todos los que se oponen a la dictadura son sus amigos. Mientras haya
canto que anime a los pueblos habrá resistencia, como en los cuentos de
infancia hay un final. Recordando a Benedetti, dice que el canto no se ha
acabado, a pesar de la resistencia que mantenían muchos artistas contra el
régimen que imperaba en esos años. Recuerda a los cantantes y compositores
Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa y al grupo musical Los Olimareños.

En defensa de la soberanía de los pueblos,
luchó hasta contra los propios dirigentes bonaerenses de la Revolución
Rioplatense; en esta lucha fue seguido por varias provincias argentinas que lo
proclamaron Protector de los Pueblos Libres, formando una Liga Federal con la
Provincia Oriental, y a la que auxilió en la defensa de sus autonomías
provinciales (1815-1820).
Libre de la dominación española (1814),
Artigas se dedicó a la organización política, administrativa, social, económica
y cultural de la Provincia Oriental Independiente (1815-1816), en cuyo breve
período reveló singulares dotes de gobernante. Así, con gran sentido práctico y
con gran sencillez, vio que el mejor modo de enseñar era colocar a los propios
pueblos en el ejercicio de las funciones públicas, sin dejar de ejercer sobre
ellos una tutela vigilante, impartiendo además normas de buen gobierno a las
distintas autoridades de la Provincia y de la Liga.Al poco de iniciarse esta amplia obra de
Gobierno, debió enfrentar, en lucha desigual, a poderosas fuerzas portuguesas
venidas de Brasil, en son de conquista del territorio (1816-1820). Se enfrentó
contra dichas fuerzas, dirigiendo las operaciones desde su Cuartel General,
colocándose al frente de las fuerzas orientales. Diezmados sus ejércitos,
muertos, prisioneros o rendidos sus mejores capitanes, luego de cinco años de
lucha, abandonó la Provincia Oriental (1820) en busca de auxilios para
continuar la resistencia contra el invasor; allí le aguardaba la intriga, que
habría de encaminar sus pasos hacia el exilio. Murió el 23 de septiembre de
1850 en Paraguay.

De 1945 a 1974 hizo periodismo en el
semana-rio Marcha, clausurado en esa
fecha por la dictadura Juan María Bordaberry. Tras el golpe de Estado en
Uruguay de 1973 renuncia a su cargo en la universidad. Por sus posiciones
políticas debe abandonar Uruguay, partiendo al exilio en Argentina.
Posteriormente se exiliaría en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado,
para luego instalarse en Cuba en el año 1976. En 1980 se traslada a Palma de
Mallorca y en 1983 vive en Madrid. Vuelve a Uruguay en marzo de 1983. Es
nombrado Miembro del Consejo Editor de la nueva revista Brecha, que va a dar
continuidad al proyecto de Marcha, interrumpido en 1974.
En
1985 el cantautor Joan Manuel Serrat graba el disco El sur también existe, sobre poemas de Benedetti, contando con su
colaboración personal. Entre 1987 y 1989 integró la Comisión Nacional Pro
Referéndum, constituida para revocar la Ley de Caducidad de la Pretensión
Punitiva del Estado, promulgada en diciembre de 1986 para impedir el
juzgamiento de los crímenes cometidos durante la dictadura militar en su país
(1973-1985). Es autor de novelas, cuentos, poesía, teatro, ensayos, crítica
literaria, crónicas humorísticas, guiones cinematográficos y letras de
canciones. Ha publicado más de 40 libros y ha sido traducido a 18 idiomas. Sus
novelas y cuentos fueron adaptados a la radio, la televisión y el cine. Su
teatro ha sido representado en más de diez países. Fue director del Centro de
Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas, en La Habana, participa
en el encuentro sobre Rubén Darío. Viaja a México para participar en el II
Congreso Latinoamericano de Escritores. Fallece el día 17 de mayo de 2009 en
Montevideo, a los 88 años de edad.

A finales de los años de 1950 Alí compone canciones basadas en los textos de Federico García Lorca, Cesar Vallejo, Juan Cunha, Mario Benedetti, entre otros, al igual que de su propia inspiración. Para 1963, realiza su primera grabación musical para canto y guitarra y grabaciones folclóricas, obteniendo el Premio del Círculo de la Crítica del Disco. Luego fueron apareciendo Hombres de nuestra tierra (1964); Canciones para el hombre nuevo (1968); Canto Libre (1969); Canciones chuecas (1971); Trópicos (1973). En Uruguay desarrolló una intensa actividad como intérprete, compositor y docente.
El
gobierno de Juan María Bordaberry en 1972, desata una oleada represiva siendo
detenido Viglietti. A nivel internacional se formó una campaña de solidaridad
por su liberación, sale al exilio junto con otros cantores populares,
radicándose en París por 11 años, allí continúa su carrera de compositor e
intérprete; paralelamente desarrolla una amplia actividad internacional. En ese
tiempo, en Europa, reedita varios de sus discos anteriores y publica Viglietti en vivo.
Regresa
al Uruguay en 1984 y una gran multitud lo recibe, ese mismo día el 4 de
septiembre da un recital ante veinte mil personas en el estadio Luis Franzini.
Después de su regreso publica varios trabajos musicales: Trabajo de hormiga (1984), Por
ellos canto (1984), A dos voces I y
II, junto a Mario Benedetti y Esdrújulo (1985). En su trayectoria musical
ha recibido varios premios, entre ellos el Tabaré de la República por su
programa radial Tímpano.
Alfredo
Zitarrosa:
Nació en Montevideo el 10 de marzo de 1936, con su familia se traslada al
interior de Uruguay, viviendo en diversos poblados hasta la edad de 12 años.
Incursiona en el teatro, locución y el periodismo, colaborando en diferentes
publicaciones, escribiendo sobre Cibernética, enfermedades infantiles, Física
Nuclear y una gran variedad de “temas
científicos”. Paralelamente desarrolla vocación artística, produciendo
canciones, cuentos y poemas. En 1959 recibe el Premio Nacional de Poesía en
Uruguay.
Ya
en la cúspide, tuvo a su cargo el programa de televisión Generación 55, donde difundió la labor de jóvenes artistas
uruguayos. De ahí en adelante se dio la cosecha de premios: Premio Artigas de
la Asociación Folclórica de Uruguay en 1965; medalla de oro por sus ventas de
discos los años 1965, 1966, 1967 y 1968; medalla de plata en el Segundo
Festival Latinoamericano de Folclore en 1966, en Salta; plaqueta y disco de oro
en el Festival Internacional de Montevideo, en 1969; mención de honor en 1972,
en Lima; Condecoración Francisco de Miranda, otorgada por el Presidente de
Venezuela, en 1978 y así sucesivamente.
Sus temas han sido grabados por
intérpretes de la talla de Mercedes Sosa, Jorge Cafrune, Nacha Roldan, Los
Andariegos, Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Huerque Mapu, Cuarteto Zupay y
otros, en Argentina; María Dolores Pradera, Nati Mistral y Maya, en España;
María Teresa Chacín y Soledad Bravo, en Venezuela; Chabuca Granda y Tania
Libertad, en Perú; Sanampay y Grupo Onta, en México; Miriam Ramos, Osvaldo
Rodrigo, “Chango” Nieto, Marga y Betty, en otras naciones.
En
1976 abandona Uruguay para ir a Argentina, luego a España, radicándose
posteriormente en México desde el año 1979 hasta 1983. Ese año viaja nuevamente
a Argentina a un concierto, y de allí va a Uruguay siendo recibido por una
multitud en el Estadio Centenario de Montevideo, y en el Estadio Azteca de
Coyoacán al sur de Ciudad de México. En 1983 regresa a Argentina. Continuó
escribiendo y componiendo hasta su muerte, el 17 de enero de 1989 en
Montevideo.

La
situación política en Uruguay hace que sean desterrados. En el exilio
estuvieron en Francia, España y México, participan en movimientos de
solidaridad con Uruguay, con Alfredo Zitarrosa dan conciertos en estos países.
Después de un largo exilio regresan a Uruguay, siendo recibidos por una gran
multitud en el aeropuerto y dan un gran recital en la noche en el Estadio de
Montevideo.
En los años 90 comienzan a tener
diferencias musicales, las que conllevan a separarse.
Canto oriental, canto amigo
canto mil veces cantado
suena el clarín de los gallos
cuando la mañana viene
y como dice Benedetti
el canto no se ha acabado
canto mil veces cantado
suena el clarín de los gallos
cuando la mañana viene
y como dice Benedetti
el canto no se ha acabado
Ni colorín, ni colorado
el canto no se ha acabado
ni colorín, ni colorado
el canto no se ha acabado
Letra completa: Canto Oriental
Escuche: Canto Oriental
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