Hablar
de los personajes de Alí Primera es hacerlo de su mundo, su visión y su credo.
Lo recuerdo con su guitarra a cuestas por los pasillos de la Universidad
Central de Venezuela, en tiempos huracanados, década violenta, poesía en la
calle, renovación en las aulas y sombras vencidas que vuelven al acecho.
Recuerdo el afiche que nos convocaba: “Alí
le canta a la Revolución”. Todos sus personajes acamparon bajo el cielo de
Calder del Aula Magna, pero inquietos como el cantautor, salieron de allí con
su morral y su canto y se dieron a recorrer mundos.
Para formar un cosmos no basta con
aglomerar personas, algo debe unirlas, algo han de compartir en común, real o
ficticio, concreto o imaginario, vivo o soñado. El mundo de Alí convoca por el
canto y el amor, la solidaridad y la lucha. Es ancho y ajeno, como diría Ciro
Alegría, local y universal. Si transitamos por sus calles, podemos tropezarnos
con Zobeyda la Muñequera y Ho Chi Minh, un niño Warao y Pablo Neruda, el tío
Juan y el comandante Fidel Castro Ruz.
La copiosa producción musical de Alí nos
dice que su mundo es igual de numeroso y múltiple. Sus personajes se suceden y
multiplican desde sus primeras canciones. Ir por ellos para conocerlos es como
buscar a todos los Buendía en Cien años de soledad, con la diferencia de que el
mundo de Alí (su Macondo infinito) está poblado de apellidos distintos,
distantes y plurales. Gente como uno y gente como otros, Venezuela adentro y
mundo afuera.
Después de su siembra, sobre Alí se ha
escrito mucho, desde la nota efímera, la crónica solidaria, el reportaje de
investigación, hasta ensayos y libros de contenido histórico, político y
social. Las letras de sus canciones se hicieron letras biográficas, históricas
y políticas. Vivió una época de intensos debates sobre el arte comprometido y
el compromiso de intelectuales y artistas. Su vida y obra hablan por sí solas
de su posición frente al tiempo que le tocó vivir. En Alí se conjugan la ética
y la estética.
Zetty Muskus y Jorge Vásquez nos invitan a
conocer los personajes que habitan las canciones y los mundos de Alí Primera.
Ellos, los autores, se fueron adelante para abrirnos el camino. Tuvieron que
realizar un arduo trabajo de investigación para que los lectores disfrutemos el
paisaje, mientras dialogamos con los personajes que nos salen por campos,
pueblos y ciudades, desde una casa amiga o desde una barricada revolucionaria.
Trabajo minucioso este, en el que la
rigurosidad investigativa se mezcla con la admiración hacia el cantautor
estudiado. De cada canción de Alí Primera se aborda el personaje al que se le
canta y nos los presentan con lujo de detalles: su biografía, sus luchas, sus
sueños y el contexto en el que le tocó vivir. La mujer y el hombre, niño o
viejo, héroe o personaje de nuestra cotidianidad, desfilan ante el lector desde
las canciones de Alí.
No nos vamos a perder por los caminos de
este libro. Zetty y Jorge colocan en el trayecto de sus abundantes páginas
muchas pistas y señales que nos guían: índices onomásticos, regionales,
mundiales, así como glosarios de términos que nos reciben por los senderos y
trochas de los pueblos de Venezuela y el mundo.
La lectura de Los personajes en las canciones de Alí Primera nos lleva de la
música a la poesía, de la política a la historia, de las luchas sociales a la
cultura popular. África, Asia, América Latina, los países del llamado tercer
mundo vistos a través de las mujeres y hombres que lucharon y luchan por su
liberación. Por ellos compuso, escribió y cantó Alí. Zetty Muskus y Jorge
Vásquez, con la segunda edición de su libro, de este trabajo tesonero y
apasionado, hacen honor a la petición del Cantor del Pueblo cuando nos pide:
«que mi canto no se pierda». Ese canto perdura en la voz de los juglares de la
cultura popular y en la letra de este libro excepcional para un hombre
excepcional: Alí Primera, uno de nuestros imprescindibles.
Earle Herrera
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