Llamamos pecados capitales a: envidia,
odio, gula, vanidad, lujuria entre otros; Alí menciona que si andamos con
valores humanistas como: el amor, la solidaridad, la fraternidad, el sentido
colectivo por encima de lo individual etc., el alma se mantendrá limpia, con la
idea de vencer la amargura y darle espacio para que triunfe la vida. Esas
condiciones representadas en los sentimientos más nobles tienen, y deben ser,
una característica de los revolucionarios, la lucha por una sociedad que
responda al bienestar de los hombres es el mismo humanismo que alimenta a todos
lo que buscan la felicidad de los pueblos.
En
una entrevista realizada para la emisora Radio Punto Fijo en 1983, con el
periodista José Miguel Moreno, es recogida por Castillo y Marroquí (2008):
Escribí una canción el martes, me quedé en la
casa y tenía una canción que me estaba dando vueltas y quise sacarla al aire,
al viento paraguanero, es una canción que concibo y la cual he concebido como
un planteamiento al hermano, al hombre, donde ataco la envidia. Digo, si andas
lejos de la envidia, tendrás el cielo despejado y el aroma de la tierra después
que llueve en los campos…Es decir, he querido plantear allí que el hombre
desligado de esas baja pasiones, que le evitan ver el triunfo del amigo y del
otro hombre como triunfo suyo…(pág. 14).
Y repartirás la luna en miles de pedacitos
y aumentará tu alegría
el triunfo del ser humano
y será tuyo ese triunfo
por una razón sencilla
siempre que triunfa la vida
pierde espacio la amargura
siempre que triunfa la vida
pierde espacio la amargura.
Y admitirás que el cóndor
vuela más que la perdiz
la savia para ser fruto
debe entrar por la raíz
Letra completa: Cielo despejado
Escuche: Cielo despejado
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