Los que
luchan por una sociedad mejor y caen muertos no están muertos, viven en el
corazón de muchas personas, son héroes y mártires, son recordados y siguen
viviendo para señalar el camino. Alí Primera le dice a Víctor Jara “Canta, canta compañero, que tu voz sea
disparo”. Así es Víctor Jara, cantante, teatrero, poeta y luchador, que
murió defendiendo el Gobierno del presidente Salvador Allende en Chile, quién
fuera derrocado en 1973 por el dictador Pinochet, iniciándose otra etapa de
regímenes fascistas en el Cono Sur. Le da inspiración al pueblo chileno para
aguantar la represión fascista y genocida de Augusto Pinochet
“…viene tu cueca de lucha cabalgando un viento austral…”. Este canto es para recordar a todos aquellos
que han caído por defender e instaurar gobiernos democráticos.
En 1953, a los 21 años, integra el
coro de la Universidad de Chile e inicia su trabajo de recopilación e
investigación folclórica. Entre 1956 y 1962 estudia actuación en la Escuela de
Teatro de la Universidad de Chile. Participa en diversas producciones de la
Compañía del Instituto de Teatro de la misma universidad. En 1957 se integra al
conjunto de cantos y danzas folclóricas Cuncumén. Entre 1963 y 1968 se
desempeña como director de la Academia de Folclor de la Casa de la Cultura de
Ñuñoa. Entre 1963 y 1970, integra el equipo de directores del Instituto de
Teatro de la Universidad de Chile.
En
los años 1972 y 1973 compone la música para Televisión Nacional de Chile.
Realiza gira musical por la Unión Soviética, por Cuba y otros países. Dirige el
homenaje a Pablo Neruda luego de recibir el Premio Nobel. En 1973, participa en
la campaña electoral parlamentaria, realizando conciertos a favor de los
candidatos de la Unidad Popular. Dirige y participa como cantante en un ciclo de
programas de televisión en contra de la Guerra Civil y el Fascismo, acogiendo
el llamado que hizo, en ese sentido, Pablo Neruda.
El
11 de Septiembre de 1973, Víctor Jara se dirige a la Universidad Técnica del
Estado, su lugar de trabajo, donde cantaría en la inauguración de una
exposición, desde la cual se dirigiría al país el Presidente Allende. Los
militares rodean el recinto universitario ingresando y tomando detenidos a
todos los profesores y alumnos que se encontraban en su interior. Víctor Jara es
llevado al Estadio Chile y torturado. Muere acribillado el 16 de Septiembre,
pocos días antes de cumplir 41 años. Su cuerpo fue arrojado a unos matorrales
en los alrededores del Cementerio Metropolitano, ubicado a orillas de la
Carretera 5 Sur. Luego fue llevado a la morgue, donde le asignaron las siglas
NN (una identificación en la morque), posteriormente fue identificado por su
esposa Joan Turner.
Como
homenaje a su memoria, 30 años después del golpe militar, en septiembre del
2003 se puso su nombre al hasta entonces denominado Estadio Chile.
Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos y a partir de este momento es prohibido llorarlos
que se callen los redobles en todos los campanarios
vamos cumpa carajo, que para amanecer no hacen falta gallinas sino cantar de gallos
ellos nos serán bandera para abrazarnos con ella
y el que no la pueda alzar
que abandone la pelea
no es tiempo de recular, ni de vivir de leyendas
Letra completa: Los que mueren por la vida
Escuche: Los que mueren por la vida
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