Los Andes es una importante región de
Venezuela que abarca los estados: Táchira, Mérida y Trujillo, con una gran
diversidad cultural. Es muy común el negro escupitajo en los andinos, producto
del Chimó.
Es
costumbre en la región de los Andes venezolanos esperar a los Reyes Magos,
aunque esta tradición también se celebra en otras regiones de Venezuela, en los
Andes adquiere una mayor connotación. Alí cuestiona la campaña publicitaria “Un juguete para los niños andinos en esta
navidad”, muy difundida en la década de los 70, regalos que les eran
llevados a estas regiones en los días de Reyes, pero después del regalo, los
dejaban durante todo el año con su hambre y sin darle soluciones a sus
problemas.
Menciona
la bebida alcohólica como es el Miche, también menciona al Tiple, este es un
instrumento musical parecido al cuatro, pero un cuatro más grande, compuesto de
seis cuerdas, una de ella se le denomina Tiple, la cual aporta una resonancia
permanente. Por último refiere a las fiestas patronales de la región en la
figura de San Benito.
San
Benito (Benito de Palermo): Nació en 1526 en Italia en San Fratello (Sicilia). Es
descendiente de esclavos negros de África, por lo que es llamado San Benito
Negro o el Moro, por su color. Se dedicó a las labores de pastoreo desde muy
temprana edad hasta que ingresó a una comunidad de ermitaños, luego ingresa a
la Orden de los Hermanos Menores con el oficio de cocinero, sus conocimientos
de la vida teológica lo hacen optar el cargo de Superior de la Orden. Fallece
el 4 de abril de 1589 en Palermo, su cuerpo incorrupto en el convento de Santa
María de Jesús empezó a ser objeto de veneración. Se convirtió en el protector
de los pueblos negros. El Papa Benedictino XIV lo beatificó y el Papa Pío VII
lo canonizó el 24 de mayo de 1807.
Su
imagen viaja de Italia a Venezuela, asentándose en el sur del Occidente. La
fiesta de San Benito es a final de año. Los colonizadores utilizaron la imagen
del Santo Protector de los Negros con la idea de darles una fiesta a los
esclavos, la finalidad era que los esclavos pudieran estar contentos en esos
días y así nuevamente estar listos para la servidumbre y la explotación del
campo al año siguiente. Los amos permitían a los esclavos en la fiesta en honor
a San Benito bailar y tomar hasta el cansancio en esos días, de allí quedó la
costumbre de rociar al Santo con bebida alcohólica durante su fiesta hasta el 6
de enero.
Los
pueblos del sur del Lago de Maracaibo
–como Bobure, Gibraltar entre otros– y otros pueblos de los Andes
venezolanos mantienen en su calendario la fiesta a San Benito, usando unos
siete tambores llamados chimbangueles.

Una vez Caribay vio volar por el cielo
cinco águilas blancas y se enamoró de sus hermosas plumas. Fue entonces tras
ellas, atravesando valles y montañas, siguiendo siempre las sombras que las
aves dibujaban en el suelo. Llegó al fin a la cima de un risco desde el cual
vio como las águilas se perdían en las alturas. Caribay se entristeció e invocó
a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco hermosas águilas.
Mientras las águilas descendían a las sierras, Caribay cantaba dulcemente.
Cada
una de estas aves descendió sobre un risco y se quedaron inmóviles. Caribay
quería adornarse con esas plumas tan raras y espléndidas y corrió hacia ellas
para arrancárselas, pero un frío glacial entumeció sus manos, las águilas
estaban congeladas, convertidas en cinco masas enormes de hielo. Entonces
Caribay huyó aterrorizada. Poco después la luna se oscureció y las cinco
águilas despertaron furiosas y sacudieron sus alas y la montaña toda se
engalanó con su plumaje blanco.
Este
es el origen de las sierras nevadas de Mérida. Las cinco águilas blancas
simbolizan los cinco elevados riscos siempre cubiertos de nieve. Las grandes y
tempestuosas nevadas son el furioso despertar de las águilas, y el silbido del
viento es el canto triste y dulce de Caribay.

La presencia de María en el
cristianismo primitivo no fue la de una simple testigo, sino la de una
personalidad cualificada y en más de un sentido única. Partícipe excluyente de
un momento clave de la historia de la salvación, la encarnación de Jesucristo
(Lucas 1:26-38; Lucas 2:1-19), y copartícipe de otros dos: la crucifixión y
muerte de Jesús (Juan 19:25-27) y la conformación de la primera comunidad
cristiana. El Evangelio de Mateo (Mateo 1:18) y el Evangelio de Lucas (Lucas
1:27) presentan a María como una joven virgen cuando, en la Anunciación, supo
que estaba encinta por obra del Espíritu Santo, sin concurso de varón. Por
esto, a menudo se la llama la Virgen María, o simplemente la Virgen, en las
Iglesias católica, ortodoxa, copta, en la Comunión Anglicana y en otras
denominaciones cristianas.
En
las Iglesias católica y ortodoxa se le atribuyen facultades de intercesión ante
Jesucristo. En las iglesias antes citadas, la devoción a ella se manifiesta a
través de expresiones diversas, que van desde declaraciones dogmáticas y
doctrinales marianas, hasta oraciones a ella dedicadas, y títulos con los que
se la identifica, tales como Madre de Dios. Según la Iglesia católica, la
ortodoxa y la copta, es posible que María y los santos puedan comunicarse
privadamente con los hombres. Los mensajes revelados a los videntes son
considerados por la Iglesia como revelaciones privadas (mensajes que pueden
ayudar a la salvación). Sin embargo, aunque la Iglesia católica llegue a
aprobar una aparición como auténtica manifestación sobrenatural y diga que los
mensajes están de acuerdo con la doctrina y tradición cristiana, estas
revelaciones no son consideradas como una verdad de fe, lo que deja en libertad
a los creyentes de aceptarlas o no. Las apariciones de María son indicadas en
la teología católica con el término mariofanías.
La
historia del catolicismo recuerda numerosas apariciones, de las cuales solo
algunas han sido aprobadas oficialmente. Entre las más conocidas podemos citar:
del Pilar (España, 40 D.C.); Guadalupe (México, 1531); Coromoto (Venezuela,
1652); de la Medalla Milagrosa (Francia, 1830); Lourdes (Francia, 1858) y
Fátima (Portugal, 1917).
ahuyentas tu melancolía
andino que subes lento
la montaña de tu vida
San Benito y Caribay
borrachos de tiple y miche
van caminando por ahí
bajo la llovizna fría
yo los vi cuando reían en las fiesta patronal
yo vi a San Benito darle un beso a María bonita
Andino qué te detienen
tus deseos libertarios
el sermón del señor cura
y el chopo del comisario
Letra completa: La canción del Típle
Escuche: La canción del Típle
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